viernes, 4 de febrero de 2011

Adriana Lamela



Escritora argentina (Neuquén Capital, 1961). Trabaja como secretaria técnica en una oficina del Estado provincial. Ha participado en el taller literario en línea de Laura Calvo (Bariloche, 1998) y en el taller literario presencial de la Dirección de Cultura de Neuquén, a cargo de Roberto Giglione (1999-2000). Ha obtenido mención especial en el V Concurso de Poesía y Cuento del Río de la Plata, en Buenos Aires (1998) y varios trabajos suyos han sido premiados en juegos florales realizados en la provincia de Neuquén, como el Primer Premio en cuento y Primer Premio en Poesía y los Juegos Florales de Verano en la Ciudad de Centenario (1999). Un poema suyo fue escogido para la muestra internacional de poetas editada en 2005 por Editorial Dunken (Buenos Aires).

Seico de versos hipotéticos
“...Así las sensaciones de este mundo;
los cantos subjuntivos...”
César Vallejo
I
Tal vez fagocite el espejo la cotidiana sed
de lo prohibido y exploten inusitados
los cristales. Dónde fueres, sin reflejos, sin sombras
pletórico de ausencias / inmune...

II
Es posible que expelan estrellas las entrañas
sobre un desierto de alegrías sonámbulas;
que un dromedario sediento/ ¿un demiurgo?
rasguñe la placenta de los átomos
hasta que se haga la luz de otro principio.

III
Y allí donde pernoctaren las nostalgias,
un hueco abierto al alba / pretérita expresión
de razones imperfectas, abisme el llanto de los ciegos.
Y las lombrices quizás repten cristalinas.

IV
Se prohíbe en el reino de los cielos
colgarse en las ramas de un paraíso/ ¿y qué
si Adán y Eva no hubieran comido la manzana?
Un absurdo sofisma como absurdo es el mundo.
Absurdas las preguntas y responderlas absurdo.

V
Entramos y no entramos. Somos pero tampoco;
aguas arriba, vidas abajo / un murmullo impertérrito.
Piedras en la orilla y en el fondo piedras;
sobre la turbulenta calma el tiempo se demora.

VI
Sus dedos escarban la corriente y entretanto,
es probable que las benditas sirenas / allí donde estuvieren,
hayan mutado de ángeles caídos.
Sin arpas; sin apéndices.
Sólo un concierto de escamas rutilantes.

3 comentarios:

  1. Un gusto conocer a la poeta. Una poesía singular, que quiero seguir leyendo, hasta que me acomode a su voz. Interesante el recurso de la barra pero como diría mis amigos Olmedo y Olaso, con qué intención?
    Bienvenida a la página de los artesanos de la palaabra.

    Lily Chavez

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  2. Me gusta mucho el trabajo de Adriana, interesantes imágenes, suena agradable al oído la lectura. Interesante también el epígrafe seleccionado, son sensaciones extrañas y felices las que provoca la lectura. Mi preferido el nro. IV. Felicitaciones.
    marta comelli

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  3. Gracas Lily, Marta, un placer la invitación de Andrés y para contestar la pregunta de Lily, diré sencillamente que me gustó así. Podría dar razones "ortográficas o literarias" para justificarlas pero con sinceridad, simplemente al escribir, las usé y me gustó lo que veía y lo que leía; el efecto que me provocaba leer el poema y hacer esa suerte de "stop" ...me agradó mucho. Cariños

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