viernes, 4 de febrero de 2011

TERESA FORNARIS - poemas


 


Ciudad de La Habana, 1971. Poeta y escritora. Graduada de Ingeniería Química. Miembro de la UNEAC. Trabaja como especialista principal en el departamento de Creación del Centro Cultural Dulce María Loynaz. Obtuvo el Premio Pinos Nuevos en 1999, mención en el concurso Luis Rogelio Nogueras 2004, Premio Eliecer Lazo, Premio Especial de la AHS Regino E. Boti y Premio José Jacinto Milanés en el 2005. Fue ganadora en el concurso internacional Nosside Caribe 2005 y Premio Cauce de poesía en el 2007 con el cuaderno Circularidades. Tiene publicados los poemarios Aqua-sex (Ed. Letras Cubanas, 2000), Raya X (Ed. Letras Cubanas, Colección Poesía, 2004), Encima de chapas de refresco (Ediciones Aldabón, Matanzas, 2007) y A propósito del Fast Track (Ediciones Vigía, 2007). Antologada en Palabras en la Arena (Ediciones Libera, México, selección de jóvenes poetas cubanas, 2006) y Queredlas cual las hacéis, XXI jóvenes poetisas cubanas del siglo XXI (Ediciones Abril, 2007), sus poemas y reseñas han sido publicados en diferentes revistas de Cuba y el extranjero.


Un pinchazo en la ingle hasta la
esfera roja y amarilla. El temor de
la homeostasis subiendo en
pequeñas porciones a la boca.
Años sobre la cuerda –y el vaivén
de la cuerda en la carne sobrante.
En el terror de la hendija muchas
veces marcada sobre el rostro. Del
fatos agrupado: la muestra del
descuido. No será el parpadeo lo
que empuje su paso. El "bloom" de
la supuesta ancianidad. Es realmente
el dolor. La hora repetida.



Por el temor al choque. Extraño el
estremecimiento de la línea.
Divisoria plenitud en el tejido de los
dedos. Unos tuyos/ otros. Sin conocer
la palabra de ¿amor? ¿El verso de
amor? ¿El claustro? Era suficiente la
holgura para evitar el accidente: un
muslo más alto: un ojo fijo: un
enroscamiento.



Puedo decir que no sabrás y echar
al fuego la piel del animal. Una
simetría momentánea. El vestido de
Mariannik hecho con la turbidez de
mi insistencia. No sentiste la mancha
bajo la torcedura, ni el miedo a
la línea frente al parque. En un
banco del parque. De espaldas a la
luz que te tornaba doble, refractable.
Insoportablemente doloroso en
la ausencia de la palabra y el beso.

1 comentario:

  1. Casi extraña es la poesía de la autora. Sus metáforas son como islas aisladas, igual que su país, con una estética que pugna por salir del "enroscamiento."
    Con Teresa Fornaris uno tiene que empezar a aprender a leer poesía.

    Excelente publicación.

    MARITA RAGOZZA

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