jueves, 31 de enero de 2013

Gabriel Impaglione






Tal vez un invierno con tantas espadas
venga por nosotros y los nuestros
Sigiloso y lento nos circunde
con sus filos de niebla y desamparo
Baje una noche demasiado larga
a estremecer los cuerpos fatigados
a infiltrarse por los intersticios del desvelo
Resistiremos mi amor con nuestras manos
trenzadas como un solo dios en armas
con las palabras como tigres como flores
como versos de amor resistiremos
a cielo abierto el corazón alzado
en una llama pura como el canto
en un puño de piedra desatada
como si la tierra saltase enfurecida
flecha de sol urgente aguda madre
cerrando el paso a las infamias
Resistiremos hasta no ver el alba
levantar su revuelo de pájaros
las amapolas de sus banderas
florecidas en las cimas del abrazo
La libertad con su pan distribuido
nombrando los oficios del día victorioso.

Gabriel Impaglione, en cuadernos, 2013

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