domingo, 19 de octubre de 2014

Pedro Ernesto Ramirez



Precipicios

Se me agujereo el día
prometía ser compacto
límpido prometía
pero me adentré en mí mismo
y se me agujereo el día
entraron por los agujeros
estigmas, errores, ausencias, decidías
y se revolcaron indecentes
entre mis tripas raídas,
se me agujereo el día sin permiso, sin aviso,
levantó el viso de mi intimidad
y violó mis precipicios,
mis angustias, mis ansiedades, mis edades, mis sortilegios,
se me agujereo el día y me bebí su ajenjo
yo que gris evito los reflejos
mis espejos derramé: en un alma desteñida,

en un mar de agua podrida, en un cielo de maché.

2 comentarios:

  1. Es el problema de los días límpidos, intentan abarcarnos, algo así como el abismo que nos devuelve la mirada, muy bueno, saludos, Carlos Arturo Trinelli

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  2. "...se me agujereo el día y me bebí su ajenjo..." ay suele pasar Ernesto. Dulcemente amargo , diría.

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